Adoro Estambul por muchas razones. Una de ellas es que hay muchos perros y gatos callejeros en sus calles. Puede parecer una razón muy rara. Sin embargo, el hecho de que posiblemente haya más de un millón de gatos callejeros en las calles de una ciudad en la que viven más de 14 millones de personas, tiene mucha importancia para mí. Hoy te presento a los gatos callejeros de Estambul.
Si paseas por Estambul, rápidamente te darás cuenta de que los gatos callejeros son parte del escenario urbano. Los gatos callejeros de Estambul están por todas partes y son habitantes de pleno derecho de la ciudad. Según este artículo, el estatus especial del que disfrutan los gatos callejeros de Estambul se debe en parte a la influencia del Islam y a sus ideas sobre la tolerancia. De hecho, un dicho popular islámico dice que «si matas a un gato, necesitarás construir una mezquita para ser perdonado por Dios».
Otra razón más práctica es que la presencia de gatos callejeros también ayuda a que la ciudad esté libre de ratas. Todo esto viene de muy atrás, concretamente de los tiempos del Imperio Otomano cuando la mayoría de las casas eran de madera y atraían a un montón de ratones. Los gatos siempre han sido un mecanismo para mantener a estos roedores fuera de las casas.
Sin duda, lo que más me llamó la atención de la omnipresencia de gatos callejeros de Estambul es que viven en la ciudad con absoluta naturalidad y no son un problema para la mayoría de los turcos. Para mí, esto es de por si una muestra del carácter hospitalario de los habitantes de Estambul. Estos no solamente respetan a sus perros y gatos callejeros, sino que además los protegen proporcionándoles alimentos, agua y construyendo espacios para que se refugien en los parques. Incluso hay veterinarios del Estado que se dedican a vacunar a los animales callejeros y a curarlos cuando están heridos.
Todo ello no quita que los gatos callejeros de Estambul se enfrenten a unas condiciones de vida durísimas (hambre, frío, enfermedades o deshidratación, entre otras). De hecho, la esperanza de vida de los gatos suele ser de entre 3 y 6 años, si tienen mucha suerte. Por eso, los habitantes de los diferentes distritos con especial simpatía hacia perros y gatos callejeros se organizan a través de las redes sociales para ayudar a los animales. Por ejemplo, en este grupo de Facebook se organizan los voluntarios más implicados con los gatos callejeros de Estambul que viven en el parque de Abbasağa (en el barrio de Beşiktaş). Otra organización es Cihangir cool for cats, que desde 2011 lleva tareas de protección de los animales en el céntrico distrito de Cihangir.
En octubre de 2012, cuando visitaba Estambul por segunda vez, fui testigo de una protesta que llenó las calles del centro de la ciudad. En ese momento, el Gobierno de Erdoğan estaba redactando un proyecto de ley que pretendía limpiar las calles de perros y gatos callejeros. Esto ya había sucedido en 1910 cuando unos 60.000 animales callejeros fueron abandonados a su suerte en la isla del Mármara de Sivriada, donde acabaron comiéndose unos a otros. Cuenta la leyenda que los aullidos de los perros que agonizaban de hambre en la isla podían escucharse desde Estambul.
En esta ocasión, debido a la presión popular de las miles de personas y activistas de los derechos de los animales que se echaron a la calle para protestar, el proyecto de ley se frenó. Gracias a estas protestas, hoy todavía podemos disfrutar de los perros y los gatos callejeros de Estambul que, acostumbrados a convivir con los locales, no huyen de los viajeros con corazón felino.
Por si fuera poco, el amor de Estambul hacia sus perros y gatos callejeros se demuestra continuamente con todo tipo de iniciativas, como la de Pugedon. Esta empresa ha llevado a las calles de Estambul un original proyecto que combina el reciclaje con el cuidado de los animales callejeros. Como muestra el siguiente video, esta empresa ha introducido unas máquinas de reciclaje de plástico que libera comida para perros y gatos callejeros cada vez que se recicla una botella. Las máquinas Pugedon cumplen con tres bonitos cometidos: incentivar a los habitantes de Estambul a que reciclen, proporcionar alimentos a las miles de mascotas que tiene la ciudad y despertar a la vez la conciencia social de los ciudadanos.
4 comments
Hola Ana!
Todavía no conozco Estambul, pero me has dado muchas ganas de hacer una visita, me encantan los animales y especialmente los gatos!
Un saludo 🙂
Entiendo tus razones, pero no se yo lo de ver tantos gatos… de todas formas tengo Estambúl pendiente y observaré el fenómeno felino que mencionas 🙂
Saludos
GranPumuki
pues yo….lo de ver tantos gatos….me ENCANTA
debe ser un paraiso….
toda mi simpatia…hacia los humanos que respetan….a estas criaturas…..
todo mi ASCO….y REPULSA….hacia quienes los quebrantan…..
Estuve en Estambul hace 8 años, y me sorprendió gratamente ver a los gatos tranquilos en las calles , llenos de gente, sin que nadie les hiciese daño…. los pobres en España tienen miedo atávico.
Deberíamos aprender